25 mar 2010

Prologo

El furgón se ha detenido, una vez mas, un pequeño repaso mental del recorrido. El tiempo esta cronometrado, siempre contando con un pequeño margen para eventualidades. Cuando el furgón arranco en el ultimo semáforo las cámaras se desconectaron en una manzana entera, una manzana entera desconectada de la red de vigilancia. El maletín es pesado, aunque con una mano se levanta sin esfuerzo, mientras con la otra abres la puerta y bajas del furgón parado en un semáforo en rojo. Cruzas la acera y abres la puerta del edificio de oficinas, una chica con la cabeza afeitada sale patinando a toda velocidad del edificio. Avanzas por el vestíbulo del edificio. El ambiente esta en movimiento, siempre lo esta en estos edificios de oficinas, hombres trajeados hablan entre ellos en pequeños grupos mientras se mueven por el vestíbulo. Entras en un ascensor y subes al piso trinta y cuatro. El ascensor a penas tarda unos segundos en alcanzar el piso. Avanzas por el recibidor hacia el mostrador en el que esta una secretaria se distrae con su ordenador.

-Disculpe, traía un maletín para el señor Koorlof.- Le comentas a la secretaria con tono educado, a lo que ella responde.
-Lo siento pero ahora mismo no esta, pero me puede dejar el maletín y se lo entregare en cuanto llegue.-

Tras darle el maletín y despedirse de modo educado vuelves a dirigirte a los ascensores, descendiendo de nuevo al vestíbulo. Abandonas el edificio y vuelves al furgón. Apenas dos minutos en entrar y salir. Al poco de entrar en el furgón el semáforo se vuelve a poner en verde y arranca. Al poco de arrancar se vuelven a poner en marcha las cámaras de control de la manzana que abandona el furgon, que sigue avanzando por la ciudad tranquilamente.

Al cabo de un rato, el sonido de un trueno lejano.

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